El templo podrá ser lo más hermoso del mundo pero si no está la presencia de Dios no sirve para nada.
Es la presencia de Dios la que hace milagros no hay hombre en la tierra que pueda gritar tan fuerte que obligue a Dios hacer un milagro.
Es la presencia de Dios la que restaura sana y hace milagros.
Cuando nos dirigimos al templo o cuando nos disponemos a congregarnos deberíamos hacerlo pensando en encontrarnos con Jesucristo.
David quería contemplar la hermosura la de Jehová.
El atraer la presencia de Dios debe ser un anhelo y un trabajo de todos en la familia o en la iglesia. V 2 “Entonces Salomón reunió en Jerusalem a los ancianos de Israel, y todos los príncipes de las tribus, los jefes de las familias de los hijos de Israel, para que trajesen el arca del pacto de Jehová de la ciudad de David, que es Sión.”
En el templo debemos entregar nuestro sacrifico el cual ya no es de animales, ahora nosotros somos ese sacrificio agradable a Jehová. Romanos 12: 1 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”
A Dios le agrada la alabanza de su pueblo. V 12 “y los levitas cantores, todos los de Asaf, los de Hemán, y los de Jedutún, juntamente con sus hijos y sus hermanos, vestidos de lino fino, estaban con címbalos y salterios y arpas al oriente del altar; y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas:)” la alabanza y la Adoración es para esperar la presencia de Dios.
La Adoración y la alabanza no son para esperar a que la gente llegue al templo. Solo en los circos o en los teatros se utiliza la música antes del show para esperar a que la gente llegue al espectáculo.
En la iglesia es necesario que la gente llegue para adorar y alabar y esperar a que la presencia de Dios descienda.
A medida que se va adorando y alabando es como la gloria de Dios se va manifestando en el templo. V 13 – 14 “Cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová: y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre: entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová. 5:14 Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.”
Lógicamente además de la alabanza también se necesita un ambiente de santidad estar vestidos de lino no de manera física pero si en nuestro corazón. V 12 a “y los levitas cantores, todos los de Asaf, los de Hemán, y los de Jedutún, juntamente con sus hijos y sus hermanos, vestidos de lino fino”
Cuando asistas al templo dispón tu corazón para tener un encuentro con Jesucristo. Si quieres sentir su presencia ve preparado(a) para alabarle y adorarle con todo tu corazón. Solo a través de la alabanza y la Adoración podremos disfrutar de la presencia de Dios.