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Un buen soldado no es aquel que cree que nunca va a estar en una guerra. Por lo contrario el buen soldado es aquel que se prepara para la guerra. El buen cristiano no es aquel que cree que por haber recibido a Jesucristo nunca va a tener problemas. El buen cristiano es aquel que se prepara para resolver problemas. Juan 16: 33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” El Rey asa estaba rodeado de sus enemigos. V 1 “En el año treinta y seis del reinado de Asa, subió Baasa rey de Israel contra Judá, y fortificó a Rama, para no dejar salir ni entrar a ninguno al rey Asa, rey de Judá.”
Pero esta no era la única vez que tenía problemas ya antes los había tenido y los problemas eran mucho más grandes. 14: 9 “Y salió contra ellos Zera etíope con un ejército de millones, y trescientos carros; y vino hasta Maresa.”
Porque el rey Asa era Victorioso.
1. Confiaba ciegamente en Dios. 14: 11 “Y clamó Asa a Jehová su Dios, y dijo: Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas. Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios: no prevalezca contra ti el hombre”
2. Actuaba en el nombre de Dios no se quedaba cruzado de brazos. 14: 10 “Entonces salió Asa contra él, y ordenaron la batalla en el valle de Sefata junto a Maresa”
Porque el Rey Asa paso de ser un victorioso a ser un perdedor.
1. Ahora confiaba en sus propios recursos. Paraqué clamarle a Dios si el dinero lo puede hacer todo (seguramente pensó el). 16: 2 “Entonces sacó Asa la plata y el oro de los tesoros de la casa de Jehová y de la casa real, y envió a Ben-adad rey de Siria, que estaba en Damasco, diciendo:”
2. Ahora confiaba en el hombre. Ya Jehová pasó a un segundo plano. 16: 3 “Haya alianza entre tú y yo, como la hubo entre tu padre y mi padre; he aquí yo te he enviado plata y oro, para que vengas y deshagas la alianza que tienes con Baasa rey de Israel, a fin de que se retire de mí.” para las guerras confió en la fuerza de los soldados y en la enfermedad creyó mas en los médicos que en Dios. V 12 “En el año treinta y nueve de su reinado, Asa enfermó gravemente de los pies, y en su enfermedad no buscó a Jehová, sino a los médicos.” no te olvides que los hombres tan solo somos el medio que dios usa para el actuar.
Antes de perder nuestra confianza en Dios debemos tener en cuenta algunas cosas.
1. Sin Cristo perdemos la Bendición recibida por él. V 7 “En aquel tiempo vino el vidente Hanani a Asa rey de Judá, y le dijo: Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no te apoyaste en Jehová tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria ha escapado de tus manos”
2. Alejados de Dios los problemas tienden a crecer. V 9 “Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él. Locamente has hecho en esto; porque de aquí en adelante habrá más guerra contra ti.”
Que hacer para recuperar la confianza en Dios.
1. Recuerda los momentos en que te libro de tus enemigos. V 8 “Los etíopes y los libios, ¿no eran un ejército numerosísimo, con carros y mucha gente de a caballo? con todo, porque te apoyaste en Jehová, él los entregó en tus manos”
2. No te enojes con Dios. Recuerda que lo que nos sucede son consecuencias de lo que hacemos. V 10 “Entonces se enojó Asa contra el vidente, lo echó en la cárcel, porque se encolerizó grandemente a causa de esto. Y oprimió Asa en aquel tiempo a algunos del pueblo.”
Recuerda siempre que.
1. La confianza nos da fuerzas. 15: 8 “Cuando oyó Asa las palabras y la profecía del profeta Azarías hijo de Obed, fue cobró ánimo, y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que él había tomado en la parte montañosa de Efraín; y reparó el altar de Jehová que estaba delante del pórtico de Jehová.”
2. La confianza nos une, nos enamora.
3. La confianza nos da Paz.
Confiar es mucho más que creer, creer hasta los demonios creen y tiemblan. Jesucristo quiere mucho más que tan solo creamos en él. Cristo quiere personas que confíen en él. Personas dispuestas a entregarse sin condición.