Lo importante no es cuantas veces nos equivocamos lo importante es cuantas de esas veces que nos equivocamos estamos dispuestos a corregir.
Definitivamente la única forma de lograr encaminarnos por la senda del triunfo es si aprendemos a corregir nuestros malos acotos. Sin corrección no hay perfección.
Roboam se equivocó cuando comenzó a gobernar a Israel. 10: 8-9 “Mas él, dejando el consejo que le dieron los ancianos, tomó consejo con los jóvenes que se habían criado con él, y que estaban a su servicio; 10:9 Y les dijo: ¿Qué aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo, que me ha hablado, diciendo: Alivia algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros?”
Pero ahora lo vemos en una nueva faceta, ahora ya maduro estaba dispuesto a corregir su camino y hacer las cosas como deben ser. Aprendió a encontrar el camino al Triunfo.
Como mantenerse en el camino del Triunfo.
1. Aprendiendo a escuchar un buen consejo, el consejo de Jehová. 11: 4 “Así ha dicho Jehová: No subáis ni peleéis contra vuestros hermanos; vuélvase cada uno a su casa, porque yo he hecho esto. Y ellos oyeron la palabra de Jehová, y se volvieron, y no fueron contra Jeroboam.” Dios nos habla de muchas formas y a través de muchas personas pero por nuestra terquedad muchas veces preferimos no escuchar. Cuándo tienes un problema ¿A quién acudes a Dios o a los hombres?
2. Fortificando lo que se tiene. Antes de pensar en ampliarte primero piensa en fortificar lo que tienes es mejor una sola cosa bien hecha que muchas a medias. V 5 “Y habitó Roboam en Jerusalén, y edificó ciudades para fortificar a Judá.”
3. Asignando Responsabilidades. Trabajar en equipo representa mayor productividad y menos esfuerzo. V 11 a “Reforzó también las fortalezas, y puso en ellas capitanes,”
4. Aprovisionándose a tiempo de los recursos necesarios para poder avanzar. El adagio popular dice un hombre prevenido vale por dos. V 11 b “y provisiones, y vino, y aceite;”
5. Estaba preparado para la guerra. Es mejor estar preparado para algo que no puede suceder a que suceda algo para lo cual no estemos preparados. V 12 “Y en todas las ciudades puso escudos y lanzas. Las Fortificó, pues, en gran manera; y Judá y Benjamín le estaban sujetos.”
Cada uno de nosotros tenemos que librar diferentes batallas. Para algunos la batalla puede ser una enfermedad, la muerte, los pocos recursos económicos. Etc. ¿Cuál es tu batalla? ¿Estás preparado?
La duración de la victoria la determinas tú. Mientras estés tomado de la mano de Jehová siempre serás victorioso esto no quiere decir que nunca tendrás problemas. De lo contrario de que podrías llamarte victorioso. El boxeador no puede pretender ser campeón si no quiere subirse al rin y pelear. Jeroboan solo pudo disfrutar de tres años de victoria ya que solo ese tiempo duro siendo obediente a Dios. V 17 “Así fortalecieron el reino de Judá, y confirmaron a Roboam hijo de Salomón, por tres años; porque tres años anduvieron en el camino de David y de Salomón.”
No dejes que los problemas o la fama te alejen de la voluntad de Dios. Lo que más ama Jehová es a una persona obediente. Cuando ya estés en la cima de tus sueños o proyectos es cuando más tienes que aferrarte de la mano de Dios. Recuerda que entre más escales la montaña de tus sueños más fuertes serán los vientos que tendrás que soportar.